Crónica de un voluntariado

Josu y Jorge, primeros voluntarios de Build a Future, relatan su experiencia

Jorge Pascual y Josu Melero viajaron a Uganda como voluntarios de Build a Future a finales de noviembre del año 2023. Se trata de los dos primeros voluntarios en la corta historia de la ONG, siendo su opinión sobre la experiencia vivida muy importante para nosotros.

Más abajo os dejamos el relato escrito por Jorge y Josu acerca de su experiencia de voluntariado:

«Cuando Iker nos presentó la posibilidad de visitar las escuelas y proyectos de Build a Future en Uganda no imaginábamos hasta qué punto terminaría siendo una de las mejores experiencias, vividas y por vivir, de nuestra vida. Ninguno de los dos había estado antes en el África subsahariana, por lo que al propio interés de la aventura se le sumaba la incertidumbre por lo que pudiéramos encontrarnos. Finalmente las expectativas se rebasaron con creces.

Desde el primer momento en el que aterrizamos en Uganda, el calor y la hospitalidad de la gente hizo olvidarnos de la lejanía del hogar. Especialmente en las dos escuelas que visitamos, Roots of Faith y Victoria Wing, el afecto con el que nos recibieron pequeños y mayores fue absolutamente enternecedor. Sorprende sobremanera que te ofrezcan tanto cuando tienen tan poco. El trato y la atención que nos dieron fueron sobrecogedores.

En cuanto a los niños, no tenemos palabras. El día que llegamos salieron todos corriendo hacia la furgoneta en la que veníamos hasta rodearla mientras gritaban para saludarnos. Ni en la cabalgata de los Reyes Magos. Según salíamos de nuestra habitación ya teníamos a varios niños cogiéndonos de la mano. Les encantaba jugar y pasar tiempo con nosotros, sentimiento que compartíamos, pues solo nos ofrecían cariño de manera incansable. Los llevamos en el corazón a cada uno de ellos.

No obstante, una de nuestras preocupaciones iniciales como voluntarios de una ONG era el miedo a no poder hacer nada realmente útil para ayudar a estas escuelas y comunidades durante nuestra estancia allí. Es aquí donde mejor vimos la eficacia con la que trabajan desde Build a Future. Salimos de Europa ya con una larga lista de tareas perfectamente definidas, y apenas paramos quietos una vez en las escuelas. Supervisamos el estado de los proyectos, los avances y los retos. Visitamos aulas, instalaciones, dormitorios y plantaciones. Investigamos carencias, y discutimos con las escuelas y la comunidad los siguientes pasos a dar. ¡También pudimos disfrutar de varios bailes tradicionales que nos prepararon! Estamos encantados de haber podido devolverles, aunque sea mínimamente, todo el amor que nos otorgaron.

Fue una oportunidad formidable para ver con nuestros propios ojos todo lo que Build a Future ha conseguido, y está en camino de conseguir. Vimos las dos caras de la realidad de esta gente, las personas sin recursos, los invisibles. Por una parte la de la desigualdad; no la de la pobreza que limita sus comodidades, sino la que condena a niñas y niños a una dramática falta de oportunidades y un futuro de eterna precariedad. Y por otra parte la del amor de estas comunidades por su tierra, y su pasión por convertirla en un lugar más acogedor para su infancia. Una infancia conceptualmente casi inexistente en el África más injusta y desigual, pero donde organizaciones como Build a Future hacen una labor descomunal, consiguiendo resultados increíbles con tan poquito, dotando a estas escuelas de lo único que necesitan: recursos.

Ojalá pudierais ver todo lo que se consigue aportando tan poco, la felicidad de los chavales y la mejora en su calidad de vida. A nosotros este viaje nos ha cambiado, y desde ahora haremos todo lo que esté en nuestra mano para seguir cambiando la realidad de estas chicas y chicos. Todo esto no habría sido posible sin Iker, el equipo de Build a Future, los socios y todos los que contribuyen de alguna forma a este proyecto, a quienes queremos agradecer de corazón el compromiso que han adquirido. Y sobre todo, mandar un saludo y nuestro afecto desde lo más hondo de nuestro corazón a John, Loy y Samuel, al resto de miembros de las escuelas Roots of Faith y Victoria Wing, y a sus niñas y niños, a quienes deseamos el más esperanzador de los futuros, y esperamos volver a ver algún día.

Jorge y Josu. «

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One thought on “Crónica de un voluntariado

  1. …qué bonito leer estas palabras.
    Con tanto cariño, generosidad y agradecimiento , están escritas…..
    Resulta curioso lo que la vida nos enseña….., es más lo que recibimos, que lo que estamos dispuestos a dar….
    Personalmente, cuando leo todo lo conseguido y los proyectos por realizar, me siento afortunada por pertenecer a esta ONG, con tanto futuro y realidad.
    Gracias !!!!!

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